¿Quieres jugar?
Un perro siempre jugará contigo porque un perro es leal, obediente, siempre quiere interaccionar con su dueño y encima, está lleno de vida, pero no hay que olvidarnos de lo más importante: un cachorro no es un juguete. Precisamente, porque es un ser vivo, no es suficiente con cargarle las pilas cuando te apetezca jugar con él.
Para jugar con un juguete no hace falta pensar, pero el juego con otra persona requiere del consentimiento de ambas y del seguimiento de unas reglas. Primero, si hay juego, el cachorro es un participante, no es el juguete. Segundo, un perro no es un juguete y tampoco se regala.
Las necesidades del cachorro
Al igual que un bebé, un cachorro tiene necesidades con las cuales hay que cumplir, pero también tiene una sensibilidad que tomar en cuenta: se trata de respeto. Por ejemplo, ¿despertarías a un bebé durmiendo?, ¿abrazarías a un niño que claramente no quiere? Seguramente no.
Los cachorros son tan monos, dependen de nosotr@s, no hablan y los queremos tanto que a veces, queriendo mostrar amor o crear una complicidad, no pensamos primero en su bienestar sino en el nuestro.
¿Entonces cómo encontrar el equilibrio? En mi opinión, todo es cuestión de pararse a pensar cómo quieres tratar a tu perro para que vuestra relación sea la mejor posible. El marco es el bienestar de tu mascota: respetar los horarios de paseos, comida, sueño, cuidados e intentar comprenderlo. Y a la hora de jugar, asegúrate de que tu cachorro también se divierte.
Muchos de los vídeos en las redes sociales son destinados a divertir los humanos y son fuentes de ansiedad para los animales.
Un cachorro es una responsabilidad
De la misma manera, un cachorro no se ofrece como regalo. Para jugar hay que tomar la decisión consciente de querer respetar las reglas del juego o más bien, las obligaciones del contrato.
Un cachorro nos aporta felicidad y a cambio, el dueño se compromete a cumplir con sus responsabilidades que consisten en el cuidado y consideración de la mascota.
Adoptar un cachorro requiere una inversión de tu persona, de tu tiempo, dinero y es para largo plazo. Recuerda que un juguete no depende de ti. Un cachorro sí.
Si quieres informarte más sobre la llegada de un cachorro a tu vida te recomendamos que leas este práctico manual.
Escrito por Clara N.M.